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Hoy tengo una tarde nostálgica, recuerdo a una persona de la que he aprendido mucho y que me dio a lo largo de los años que compartimos “faena” muchos y sabios consejos. Recuerdo perfectamente algunos…
Un día cuando tratábamos de pensar en futuro y pintábamos las líneas maestras de un proyecto que finalmente no vio la luz, me hizo ver la importancia de las personas que cumplen dentro de las organizaciones. Como siempre que uno piensa en proyectos futuros piensa en quiénes son las personas que quiere tener a lado, y eso es algo que siempre me planteo. Él siempre me decía, rodéate de buenas personas, no pienses tanto en si son los mejores técnicos, los más listos, piensa en personas que tengas certeza de que siempre van a estar ahí, personas que cumplen de verdad (luego explicaré esto) y personas con aCtitudes (con C mayúscula).
Pues bien, cada día que paso le tengo que dar más razón, y voy a intentar ejemplificar este tema con la frase que da título a este artículo. Todos nos hemos encontrado en nuestras trayectorias con personas especializadas en el cumplimiento. Son los que yo denomino “cumplo y miento”. Normalmente perfiles excesivamente sujetos a las normas, su obsesión es cumplir con determinados parámetros que se le exigen sin valorar realmente si lo que está haciendo aporta algo o no.
Intentaré poner un ejemplo que clarifique está exposición. Imagínense que en su organización les piden un cometido, deben llamar a 30 clientes para ofrecerles su producto (supongamos que vendemos vino telefónicamente) y que deben registrar esas llamadas en el sistema CRM de la compañía. Todos hemos vivido a lado de personas que han cumplido perfectamente con el cometido de hacer las 30 llamadas y registrar toda la información en el sistema, sin importarle en absoluto el resultado de sus gestiones. Esos son los expertos en “cumplo y miento”… Si los detectas, deshazte de ellos lo antes posible, es gente tóxica…
Aunque suena a perogrullada abundan más de los que imaginamos y son gente difícil de gestionar, siempre se basan en que ellos cumplen sus cometido y que son factores externos los que hacen que no consigan resultados, que si vendemos muy caro, que si la crisis, que si la abuela fuma… No es difícil oírles frases del tipo, “yo ya he hecho lo que me correspondía, pero es que …”. Te equivocas, tú no has hecho lo que correspondía, mejor dicho, te has limitado a hacer lo que te han mandado y en ningún momento te has planteado si todas esas horas que has dedicado a ese trabajo han valido la pena, triste ¿verdad?
Pues eso, si me permite que le dé un consejo, no se rodee de cumplidores, busque en su entorno personas comprometidas, quizá no hagan las 30 llamadas, o quizá no las registren con pulcritud en su CRM, pero seguro que conseguirán resultados porque es lo que realmente les mueve, el COMPROMISO.
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