La resiliencia es la capacidad de hacer frente a las adversidades, superarlas y salir fortalecido o incluso transformado.
Piensa en las diferencias entre una palmera y un roble sometidos a un fuerte viento. ¿Cuántas veces has sido palmera o roble? Todos nosotros hemos tenido, en algún momento de nuestras vidas, que enfrentarnos a situaciones traumáticas, quizás estresantes, vivir en contextos adversos o afrontar responsabilidades que parecieran ir más allá de nuestras capacidades tanto personales, como laborales.
Sin embargo, sabemos que no todos somos capaces en la misma medida de sobreponernos a esas dificultades, cambios o presiones extremas. Aún así, ¿por qué personas que experimentan situaciones límites, son capaces de salir fortalecidas de las mismas?
Desde la rama de “ciencias sociales”, a esta capacidad se le conoce como “Resiliencia”, denominando así, a la capacidad humana de hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas y salir de ellas fortalecida o, incluso transformado.
Los siete pilares básicos para convertirse en una persona “Resiliente” son:
- Introspección: capacidad de examinarse internamente, comprensión de sí mismo y aceptación de las dificultades.
- Independencia: establecerse límites entre uno mismo y ambientes adversos, tomando decisiones por sí mismo.
- Capacidad de Interacción: establecer lazos satisfactorios con otras personas, valorando las relaciones interpersonales.
- Capacidad de iniciativa: hacerse cargo de los problemas y de ejercer control sobre ellos, con capacidad de liderazgo y enfrentamiento a los desafíos.
- Creatividad: capacidad de imponer orden, belleza y propósito a las situaciones de dificultad.
- Ideología Personal: conciencia moral, servicio y entrega a los demás.
- Sentido del Humor: disposición de alejarse del foco de tensión, siendo positivo y orientándose a la alegría.
¿Por qué tener dentro de una empresa o de un equipo de trabajo a personas “resilientes”? por su actitud cooperadora, imaginación, buenas relaciones interpersonales, alta disposición al trabajo y motivación de logro, por sus recursos psicológicos para enfrentar y mejorar sus condiciones de vida y capacidad para resolver problemas, adaptación al cambio, persistencia, esfuerzo… todo ello, contribuirá a un mejor rendimiento del equipo de trabajo, mejorando la motivación personal y el clima laboral.
Citando a Anna Forés, la cual me hizo reflexionar sobre cómo deberíamos protegernos bajo situaciones amenazantes estableciendo una actitud vital positiva, pienso a menudo en su frase: “El proceso resiliente es parecido a la creación de una perla dentro de una ostra. Cuando un granito de arena entra en su interior y la agrede, la ostra segrega nácar para defenderse y, como resultado, crea una joya brillante y preciosa.”
¿Por qué una ostra es capaz de crear algo tan “valioso” y el ser humano no es capaz de utilizar aquellas características individuales protectoras (autonomía, empatía…) para sobreponerse ante acontecimientos adversos?
Está en tu mano afrontar esas situaciones de manera victimista o por el contrario de forma activa: sólo depende de ti.
La resiliencia es un concepto que hasta hace poco desconocía. Pero recientemente la he aprendido a valorar. Tuve un empleo en el que fue imposible alcanzar los objetivos marcados por diversas razones, dentro de un ambiente agradable hasta cierto punto tan sólo, y reaccione como siempre había hecho, trabajando más duro y reafirmandome en mis posiciones, oponinendo más resistencia cuanto más carga recibía… Por supuesto no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo aguante. Después de aquella experiencia creo poder decir que tengo mucha más capacidad de enfrentarme a los problemas, y superarlos, (o rodearlos, o absorverlos,….) y soy más flexibe. Intento aplicar la letra de la canción del Duo Dinámico: «… Resistiré erguido frente a todo, me volveré de hierro para endurecer la piel, y aunque los vientos de la vida soplen fuerte, soy como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie.»
Seguro Eduardo que lo demuestras cada día. Gracias por tu comentario.